EXPERIENCIA ÚNICA
La visita parte del Atrio de la Alhambra, donde se pueden adquirir las entradas y recibir información sobre la visita. Continuamos por un paseo que discurre paralelo a la muralla, desde el que se puede contemplar el exterior de las Torres del Agua, de Baltasar de la Cruz, de los Siete Suelos, del Capitán, de la Bruja, de las Cabezas, y llega al Palacio de Carlos V (espacio visitable) a través de la Puerta de la Justicia o de la Puerta de los Carros. El trayecto prosigue por los Palacios Nazaríes con su Mexuar, Palacio de Comares y Palacio de los Leones.
Esta modalidad de visita combina, en dos días consecutivos, la Visita Diurna a Alcazaba, Jardines y Palacio del Generalife; y la Visita nocturna a Palacios Nazaríes con una iluminación muy especial.
HISTORIA
Al-Ahmar, fundador de la Dinastía nazarí, se instala en 1238 en la Antigua Alcazaba del Albaicín, llamándole la atención las ruinas de la colina de la Alhambra. Decide así iniciar su reconstrucción e instalar en ella la sede de la corte, comenzando la edificación de la Alhambra que hoy conocemos.
La Alhambra, denominada así por sus muros de color rojizo («qa'lat al-Hamra'», Castillo Rojo), está situada en lo alto de la colina de al-Sabika, en la margen izquierda del río Darro, al este de la ciudad, frente a los barrios del Albaicín y de la Alcazaba. Su posición estratégica, desde la que se domina toda la ciudad y la vega granadina, hace pensar que existían construcciones anteriores a la llegada de los musulmanes. Su conjunto, completamente amurallado, posee una forma irregular limitado al norte por el valle del Darro, al sur por el de la al-Sabika, y al este por la Cuesta del Rey Chico, que a su vez la separan del Albaicín y del Generalife, situado en el cerro del Sol.
La Alhambra, palacio, ciudadela y fortaleza, residencia de los sultanes nazaríes y de los altos funcionarios, servidores de la corte y de soldados de élite; alcanza su esplendor en la segunda mitad del siglo XIV, coincidiendo con los sultanatos de Yusuf I (1333-1354) y el segundo reinado de Muhammad V (1362-1391). El Emperador Carlos V decide, en 1526, la construcción del palacio que lleva su nombre, junto a otras construcciones muy significativas de gusto renacentista romano.