La Catedral de Sevilla, es la catedral gótica más grande del mundo, y el tercer templo en cuanto a tamaño tras la Basílica de San Pedro del Vaticano en Roma, y San Pablo en Londres.
En 1987 ha sido declarado por la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad.
La Catedral es un edificio insólito que posee cinco naves, que se distribuyen con perfecta orientación musulmana, mirando hacia Levante.
El aspecto más controvertido de ella es que no cuenta con una cabecera en el sentido gótico habitual en forma de ábside sin girola, ya que su planta salón es un perfecto rectángulo que se corresponde milimétricamente con la de la alhama, de la que heredó, también, la insólita disposición de las puertas.
En relación a los muros, hay que decir que cuentan con poco espesor. Sin embargo, las capillas están separadas por estribos perpendiculares al eje central del templo, terminando en 28 pilares adosados que, con otros 32 exentos, soportan a 68 bóvedas ojivales.
La luz natural es escasa, ya que las ventanas son pequeñas y soportan bellos vitrales.